sábado, 13 de marzo de 2010

Cuando miramos el cielo, somos el cielo.



Cuando miramos el cielo y nos perdemos en esas nubes infinitas. A veces vemos pasar todos los momentos intensos. Las nubes se encargan de hacer formas diversas, formas que llegan bien dentro mío para decirme ¿Que estas haciendo?

A ellas le gustarían ayudar, le gustarían suavizar las cosas con su delicada forma y brillante blancura, y no encuentran otra manera de ayudarnos que regalando su tranquilidad y sus diversos moldes en tan divertidos cuerpos.

Pero ellas no saben pedir perdón, solo se alejan y vuelven creyendo que por bellas siempre serán perdonadas. Y logran su hazaña sabiendo que nadie puede enojarse con ellas.

A veces nos creemos nubes flotantes de paz.

Hoy se me acerco una verdadera nube y me enseño que por más bella que aparente ser, nunca estará en un solo lugar. Siempre dependerá su cruel compañero el viento siendo egoísta con ella misma, para no poder vivir en su propio cuerpo ni en su propio destino.

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Esta entrada ha sido publicada el 02 de Octubre del 2010.
No es Perteneciente al mes de Marzo como dice al Principio.